EXTREMADURA - i-DE movilizará más de 200 empleos con su mayor contrato del negocio de redes en Extremadura

i-DE ha adjudicado a Ametel y Sistem Melesur el nuevo contrato para el desarrollo de los trabajos de mantenimiento y construcción de las instalaciones de la distribuidora de Iberdrola en Extremadura por un importe total de 67,3 millones de euros. Se trata del mayor contrato del negocio de redes de la compañía en la comunidad autónoma.

Los trabajos que llevarán a cabo estas empresas se prolongarán durante 5 ejercicios y movilizarán a una media anual de 200 empleos de alta cualificación. Esta adjudicación confirma la apuesta de Iberdrola por la industria y el empleo local especializado y refuerza una colaboración en los últimos años entre sendas compañías.

En Extremadura, i-DE gestiona 330.000 suministros y una red de distribución en distintos niveles de tensión que llega casi a 12.500 km de longitud. La distribuidora de Iberdrola continuará promoviendo en Extremadura sus infraestructuras de redes eléctricas, claves para garantizar la transición hacia una economía sin carbono.

Un ejemplo de calidad de suministro

Iberdrola ha mejorado un 8,6% la calidad del suministro eléctrico que ofrece a sus clientes de Extremadura a cierre de 2021, un reto mayor que en otras comunidades autónomas debido a las dificultades que conlleva las grandes distancias que hay entre las instalaciones. El índice que mide este servicio -Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada (TIEPI)- equivale a una disponibilidad de la red de i-DE en la Comunidad Autónoma superior al 99,9%. Esto supone un nivel de calidad del servicio por encima de la media nacional.

El plan de inversiones actual en esta comunidad totaliza 112 millones de euros entre 2023 y 2025. Estas cifras reflejan el compromiso de la compañía con esta comunidad en la que lleva invirtiendo de manera sostenida durante años para dotarla de una red eficiente y digitalizada.

La transformación de las redes en una infraestructura robusta, flexible e inteligente es clave para la transición energética y permite dar respuesta a los retos de la electrificación del sistema eléctrico, con una mayor integración de renovables, el desarrollo de la movilidad sostenible, las ciudades inteligentes y el consumo descentralizado (autoconsumo) y un consumidor con mayor capacidad de decisión y conectividad.