07 DIC 2021

Iberdrola pondrá en marcha en enero de 2022 la primera batería de almacenamiento eólico de Bizkaia

Construye proyectos de almacenamiento con baterías de 200 MW en España, el Reino Unido y Australia y su cartera se eleva a 900 MW
  • Ubicada en la ST de Abadiño, donde evacúa el parque eólico de Oiz, dispone de una capacidad de almacenamiento garantizada de 3,5MWh y será instalada por Ingeteam
  • Se suma al proyecto del primer sistema de almacenamiento eólico con baterías del país, en el parque eólico de Elgea-Urkilla (32 MW) en Araba  

Iberdrola avanza con proyectos innovadores en renovables, con el objetivo de maximizar el uso de energía y seguir promoviendo una integración eficiente de las energías renovables en la red eléctrica. La energética continúa con la instalación de la que será la primera batería de almacenamiento eólico de Bizkaia, que se pondrá en marcha a lo largo del mes de enero de 2022. Concretamente, en la ST de Abadiño, donde evacúa el parque eólico de Oiz, de 6MW. Dispondrá de una capacidad de almacenamiento garantizada de 3,5MWh y cuenta con Ingeteam para su instalación.

Este proyecto se une al del primer sistema de almacenamiento con baterías del país, ubicado en Elgea-Urkilla (32 MW), en Araba -Euskadi-, que cuenta con una potencia instalada de 5 MW y 5 MWh de capacidad de almacenamiento.

En España, la compañía ha instalado la primera batería en una fotovoltaica en España, la de Arañuelo III (40 MW), que construye en el municipio de Romangordo (Cáceres, Extremadura). El proyecto cuenta con una batería de 3 MW de potencia y 9 MWh de capacidad de almacenamiento y la empresa encargada de su desarrollo ha sido también Ingeteam.

Además, desarrolla el proyecto de Puertollano (Ciudad Real) -la primera y más grande planta de hidrógeno verde en Europa en la actualidad, alimentada de una fotovoltaica de 100 MW-, que incluirá un sistema de baterías de ion-litio, con una capacidad de almacenamiento de 20 MWh. En Canarias, Iberdrola instalará baterías en los parques eólicos de Ifara y El Vallito -en Granadilla de Abona, Tenerife-, que incorporarán una capacidad de almacenamiento de 12 MW.

La compañía tiene en construcción o asegurada una potencia con baterías de 200 MW en la actualidad, algunos de ellos ya instalados, que llegará a 300 MW en 2025, principalmente en los mercados de el Reino Unido y Australia. La cartera de la compañía en la actualidad en sistemas de almacenamiento con baterías se eleva a 900 MW.



Clave para abordar la transición energética

Los sistemas de almacenamiento son clave para abordar el reto de la transición energética y están llamados a convertirse en un elemento esencial en el sistema eléctrico del futuro, porque permiten mejorar la calidad del suministro eléctrico, asegurar la estabilidad y fiabilidad de la red e integrar y aprovechar la energía generada por fuentes renovables.

La compañía mantiene su apuesta por el almacenamiento a través de la tecnología de bombeo, donde es líder con una potencia de más de 4.000 MW instalados, en proyectos como Cortes-La Muela (Valencia) -la mayor instalación de estas características en Europa- y Tâmega, en construcción en Portugal.

En noviembre de 2019, Iberdrola inauguró el primer sistema de almacenamiento de energía eléctrica con baterías de ion de litio para redes de distribución en España. El proyecto, pionero en el país y situado en el municipio murciano de Caravaca de la Cruz (Murcia), permite mejorar la calidad de suministro energético del entorno, así como el aprovechamiento de la energía solar generada en la zona.  

Iberdrola está convencida que la transición energética puede actuar como agente tractor clave en la transformación del tejido industrial y en la recuperación verde de la economía y el empleo. Para ello, la compañía ha lanzado un plan de inversión histórico de 75.000 millones de euros para el período 2020-2025 -serán 150.000 millones a 2030-, con el objetivo de duplicar su capacidad renovable y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo.

Las inversiones en España para el período se elevan a cerca de 14.300 millones de euros y la mitad irán destinadas al desarrollo de nuevos proyectos renovables, mientras que más de 4.500 millones irán dirigidos a robustecer y seguir digitalizando las redes eléctricas.