El almacenamiento de energía en España
El almacenamiento de energía en España: un elemento clave para la transición energética
Los sistemas de almacenamiento de energía en España son un elemento clave en la lucha contra el cambio climático, porque nos ayudan a abordar el reto de la transición energética. Se trata de sistemas que permiten flexibilizar la producción de energía renovable, y por lo tanto nos ayudan a garantizar su integración en el sistema eléctrico español.
Batería de la planta de hidrógeno verde de Puertollano (Ciudad Real).
La energía eléctrica puede ser fácilmente generada, transportada y transformada, pero hasta ahora ha sido difícil encontrar la mejor forma de almacenarla. Esto implica que haya tenido que generarse en todo momento de acuerdo con la demanda, lo que ha sido un desafío para la integración de las energías renovables en el sistema eléctrico. Las energías renovables, como la solar y la energía eólica, dependen de factores ambientales que son intermitentes e incontrolables, y requieren del apoyo de sistemas de almacenamiento para poder satisfacer las demandas energéticas en los momentos de menos necesidad y aprovechar al máximo cada megavatio (MW) verde generado en los momentos de pico.
El almacenamiento energético en España
Un estudio publicado por los centros de investigación TNO y Fraunhofer-Gesellschaft y la consultora Trinomics concluyó que España encabeza, junto a Alemania, la lista de países que proyectan más energía almacenada de la Unión Europea. Con más de 20.000 megavatios, España es el país con mayor cantidad de sistemas de almacenamiento de energía de Europa medidos por potencia, y es el segundo con más proyectos: 128 en total, solo superado por los 169 de Alemania.
Dando pasos para la implementación de estas tecnologías tan imprescindibles para la transición energética, España cumple con las indicaciones de la UE, que ha instado a los Estados miembros a impulsar el desarrollo del almacenamiento energético. En un documento publicado en 2023, la Comisión Europea ha señalado diez recomendaciones para que los países aceleren el desarrollo de tecnologías de almacenamiento energético.
El despliegue de estas tecnologías en España no solo contribuye a la estabilidad del suministro eléctrico, sino que también fortalece la flexibilidad y la resiliencia del sistema energético español. La capacidad de almacenar energía de manera eficiente permite afrontar desafíos como la variabilidad en la producción renovable y los picos de demanda, garantizando un suministro constante y sostenible. Apostando por estos sistemas de almacenamiento, España puede ser menos dependiente tanto de los combustibles fósiles como de los factores ambientales, lo que asegura al sector eléctrico del país más seguridad, autonomía y sostenibilidad.
Tipos de almacenamiento de energía
Almacenar la energía eléctrica puede ser un desafío pero, en la actualidad, existen diferentes tecnologías que nos permiten hacerlo. A continuación, explicamos cuáles son los sistemas de almacenamiento que nos pueden ayudar a alcanzar una producción, distribución y consumo energético libres de emisiones.
El bombeo hidroeléctrico
El bombeo hidroeléctrico es hoy el sistema más eficiente para almacenar energía a gran escala no solo por su rentabilidad, sino también porque aporta estabilidad, seguridad y sostenibilidad al sistema eléctrico. Es capaz de generar cantidades significativas de energía con un tiempo de respuesta muy rápido y sin crear ningún tipo de emisión a la atmósfera.
Baterías
Las baterías son un dispositivo que almacena energía en compuestos químicos capaces de generar carga eléctrica. Las principales ventajas de este dispositivo son su rapidez de respuesta; su facilidad de instalación y escalabilidad, y los múltiples beneficios que pueden aportar a los activos renovables a los que vayan asociadas.
Aire comprimido
El almacenamiento de energía de aire comprimido se produce en instalaciones que cuentan con un motor reversible que, durante los momentos de exceso de energía, almacena el aire ambiente a altas presiones en cubículos bajo tierra. Es un sistema de almacenamiento mecánico equiparable en capacidad al del bombeo hidroeléctrico.
Almacenamiento térmico
El almacenamiento térmico consiste en acumular energía en materiales que permitan retenerla y liberarla de manera controlada. Los métodos incluyen desde la refrigeración mediante acumulación de hielo hasta la exposición a temperaturas extremadamente elevadas. Del mismo modo que el bombeo eléctrico y el sistema de aire comprimido, este sistema está pensado para almacenar energía a gran escala.
Supercondensador
Los supercondensadores son un dispositivo de almacenamiento de energía alternativo a las baterías. Son capaces de almacenar grandes cantidades de energía eléctrica en forma de cargas electrostáticas. Además, pueden ser cargados y descargados en cuestión de segundos, lo que los convierte en candidatos ideales para responder a necesidades de puntas de potencia o a breves interrupciones del suministro.
Volantes de inercia
Los volantes de inercia son un almacenamiento mecánico que permite conservar la energía eléctrica en forma cinética a partir de un disco metálico.
Pilas de combustible de hidrógeno
Se trata de un tipo de almacenamiento químico continuo. Se diferencia de las baterías en que el hidrógeno abastece permanentemente la pila desde el exterior, permitiendo su uso constante. Existen otros tipos de pilas de combustible, pero el hidrógeno es el combustible más utilizado.
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