Convenio de Albufeira
Gestión y acuerdos en las cuencas hidrográficas compartidas de España y Portugal: El Convenio de Albufeira
España y Portugal comparten las cuencas hidrográficas de los ríos Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana. Por ello, es necesaria una coordinación entre ambos países no solo para gestionar el aprovechamiento de las aguas compartidas, sino también para hacer frente de forma conjunta a los retos del cambio climático, desde una perspectiva ambiental.
Central hidroeléctrica y presa de Cedillo, en el río Tajo, frontera España-Portugal
En noviembre de 2023, se cumplieron 25 años de la firma del Convenio de Albufeira para la protección de las aguas y el aprovechamiento sostenible de las cuencas compartidas en España y Portugal. En esta página, te explicamos en qué consiste el Convenio de Albufeira, y su impacto en España y en sus cuencas hidrográficas.
¿En qué consiste el Convenio de Albufeira?
El Convenio sobre Cooperación para la Protección y el Aprovechamiento Sostenible de las Aguas de las Cuencas Hidrográficas hispano-portuguesas, más conocido como Convenio de Albufeira, debido a su firma en la localidad lusa, es un instrumento de cooperación transfronteriza entre España y Portugal, referencia en la planificación y gestión de los recursos hídricos luso-españoles. Fue firmado el 30 de noviembre de 1998 por ambos países, en el marco de la XV Cumbre Luso-Española, con el objetivo de coordinar la administración y el uso de las aguas de las cinco cuencas hidrográficas que comparten: Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana.
Esta alianza se establece para coordinar las acciones necesarias entre ambos países, para promover y proteger el buen estado de las aguas superficiales y subterráneas, para llevar a cabo un aprovechamiento sostenible de las aguas y para mitigar los efectos de las inundaciones y de las situaciones de sequía o escasez, cada vez más frecuentes y extremas debido al cambio climático. Con este objetivo, el acuerdo establece el marco para definir el régimen de caudales necesario que garantice el buen estado de las aguas y los usos, tanto actuales como futuros, de las cuencas hidrográficas de los ríos implicados.
El Convenio entró en vigor el 17 de enero de 2000, periodo durante el cual se han mantenido numerosas reuniones de los grupos de trabajo y la Comisión Bilateral para la Aplicación y Desarrollo del Convenio (CADC). De esta forma, existe un diálogo permanente entre las Administraciones responsables de la gestión de agua de ambos países, que participan de manera proactiva en los mecanismos de colaboración establecidos por el convenio.
El acuerdo se revisó en abril del año 2008 con el fin fundamental de introducir algunas mejoras sobre el régimen de los caudales, considerando no solo criterios geográficos, hidrológicos o climáticos de las cuencas, sino también las necesidades de agua para asegurar su buen estado.
¿Qué implicaciones tiene el Convenio de Albufeira para España?
Los propósitos de protección del Convenio de Albufeira abarcan tanto las aguas superficiales como las subterráneas, así como los ecosistemas acuáticos y terrestres que directamente dependan de ellas. Este acuerdo establece que cada Estado administrará sus sistemas de agua para garantizar un flujo mínimo en ciertas secciones de los ríos, llamadas 'estaciones de control del régimen de caudales'. Se establecen caudales para periodos anuales, trimestrales y semanales, excepto en ‘periodos de excepción’ que también están regulados en el Convenio. Estos periodos de excepción se refieren a situaciones de bajas precipitaciones en comparación con el promedio histórico. Además, en el acuerdo destaca un protocolo para compartir datos hidrometeorológicos en tiempo real, junto con el seguimiento mensual de la situación en las cuencas hidrográficas compartidas.
Iberdrola España dispone de presas y centrales hidroeléctricas en las cuencas del Duero y del Tajo, algunas de ellas localizadas en la frontera entre España y Portugal. Eso supone que Iberdrola debe asegurar la entrega de los volúmenes de agua acordados en el Convenio, tanto en el Tajo (salto de Cedillo) como en el Duero (salto de Saucelle). De este modo, España debe entregar volúmenes anuales, trimestrales y semanales. Los volúmenes a entregar trimestralmente cambian a lo largo del año, ajustándose a la variabilidad estacional de las precipitaciones.
¿Qué son las cuencas hidrográficas internacionales?
Las cuencas hidrográficas, según la definición establecida en la Directiva Marco del Agua, son superficies de terreno cuya escorrentía superficial fluye en su totalidad a través de una serie de corrientes, ríos y lagos hacia el mar por una única desembocadura, estuario o delta. Estas áreas se consideran indivisibles y abarcan las aguas de transición y costeras. Las cuencas hidrográficas internacionales son cuencas donde las aguas fluyen a través de dos o más países, de manera que los cursos de los ríos, arroyos y afluentes que forman parte de estas cuencas atraviesan varios países. Por tanto, dado que el agua de estas cuencas es compartida, su gestión implica un enfoque cooperativo entre los países involucrados para gestionar los recursos hídricos de manera sostenible y equitativa.
Los organismos de cuenca, denominados Confederaciones Hidrográficas, son las entidades que, en España, están al frente de las cuencas hidrográficas y se encargan de la gestión del agua de las cuencas. Así, desempeñan un papel fundamental en la planificación hidrológica, la administración y control del dominio público hidráulico y de los aprovechamientos, las concesiones de derechos de uso privativo del agua, el proyecto y ejecución de nuevas infraestructuras hidráulicas, el control del estado y la calidad de las aguas, entre otras cosas.
¿Cuáles son las cuencas internacionales en España?
Entre las cuencas internacionales en España a destacar, encontramos las vinculadas al Convenio de Albufeira.
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Cuenca hidrográfica del Miño-Limia. En febrero de 2007 quedó definido el ámbito territorial de las Demarcaciones Hidrográficas, y en el ámbito de actuación de la Confederación Hidrográfica del Norte, se incluyeron las Demarcaciones Hidrográficas Miño-Limia y Norte. En el año 2008, con la creación de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, la Demarcación Hidrográfica de este Organismo de Cuenca pasó a denominarse Miño-Sil, cuya parte española abarca 7 provincias, pertenecientes a Galicia, Castilla y León y Asturias, con una extensión total de 17.582 km². La entrega de caudales se controla en una única sección, el salto de Frieira.
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Cuenca hidrográfica del Duero. La demarcación hidrográfica internacional del Duero es la más extensa de la Península Ibérica con 98.073 km2, incluyendo el territorio de la cuenca hidrográfica del río Duero y también las aguas de transición del estuario de Oporto y las costeras atlánticas asociadas. Es un territorio compartido entre Portugal (20% de la superficie total) y España (80%). La parte española de la demarcación cubre 78.859 km2, y el propio río Duero hace de frontera entre ambos países a lo largo de 100 Km. En este sentido, la entrega de caudales a Portugal se controla en cuatro secciones: la presa de Miranda, la presa de Bemposta, el embalse de Saucelle y la estación hidrométrica del río Águeda, y la presa de Crestuma.
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Cuenca hidrográfica del Guadiana. La cuenca hidrográfica internacional del río Guadiana, compartida entre España y Portugal, tiene una superficie total de 67.129 km². De este total, la zona española comprende 55.508 km² y la parte portuguesa, 11.621 km². Para controlar la entrega de caudales a Portugal, se monitorean dos puntos específicos: el Azud de Badajoz y la estación hidrométrica de Pomarão.
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Cuenca hidrográfica del Tajo. La cuenca hidrográfica del Tajo se extiende por territorios de España y Portugal y se encuentra en la zona central de la Península Ibérica. Tiene una forma alargada y se extiende de este a oeste. Esta cuenca abarca una superficie de 81.447 km², de los cuales el 68% corresponde a territorio español y el 32% a territorio portugués. La entrega de caudales se controla en dos secciones: el salto de Cedillo y la estación hidrométrica Ponte de Muge.
¿Cuáles son las confederaciones hidrográficas en España?
España fue pionera en la gestión del agua a través de cuencas hidrográficas, un modelo que, con el tiempo, ha sido adoptado por diversos países. Así, por Real Decreto de 5 de marzo de 1926 se crean en España las Confederaciones Hidrográficas, llamadas Confederaciones Sindicales Hidrográficas (CSH). La primera que se aprueba es la Confederación Sindical Hidrográfica del Ebro, por otro Real Decreto de la misma fecha. A lo largo de esa década, se crearon las confederaciones hidrográficas restantes.
Actualmente, existen 9 organismos de cuenca intercomunitarias (cuencas hidrográficas que exceden el ámbito territorial de una Comunidad Autónoma), con denominación de Confederaciones Hidrográficas, adscritos al Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico. Existen también 12 ámbitos de gestión en cuencas intracomunitarias (cuencas hidrográficas que no exceden el ámbito territorial de una Comunidad Autónoma), que son competencia de administraciones hidráulicas autonómicas.